sábado, 22 de noviembre de 2008

Quema acelerada de calorias

Si eres uno de esos que tiene que enfrentarse a ese rollo alrededor del abdomen cuando te miras en el espejo, no es errado suponer que cada gota de ese exceso es "mala". Sin embargo, si bien toda esa grasa visible no te hace lucir precisamente como un Bruce Lee, lo cierto es que hay dos tipos de grasa en tu cuerpo, y uno es un tanto mejor que el otro.

En términos generales, en el organismo hay dos tipos de grasa: blanca y parda. La grasa blanca se asienta cómodamente en tu com­plexión, y la única manera en que puedes deshacerte de ella es a través de la dieta o de los ejercicios cardiovas­culares, preferiblemente ambos. La parda es mucho más cooperativa, por­que se quema con más facilidad en forma de calor. Y, según un informe del Annual Review of Pharmacology and Toxicology, tenemos más grasa parda de lo que se pensaba. Pregunta: Si la grasa parda puede eliminarse con mayor efi­ciencia que la grasa blanca, ¿puede la blanca convertirse en parda? Curio­samente, los científicos dicen que sí.


El truco está en aumentar la síntesis de la "proteínas desacopladas" (UCP), las cuales hacen que las células de grasa e incluso las células de músculo comien­cen a quemar la grasa como si fuera calor. Al entrar en acción las UCP, las células de grasa blanca comienzan a pasarse al equipo marrón. Para que esto suceda, los científicos han señala­do cinco maneras de convertir la grasa en calor. Sigúelas, y ya estarás camino de que tu barriga ya no luzca tan pro­tuberante.


Consejos para conseguir una quema acelerada de calorias


1. Frecuencia de comidas

Una manera de usar calor corporal a tu favor es hacer muchas comidas peque­ñas durante el día en lugar de unas pocas grandes. Según la Dra. Nancy Betts, profesora de ciencia de la nutri­ción y dietética de la Universidad de Nebraska, Estados Unidos, comer aumenta la temperatura del cuerpo, lo cual quiere decir que pierdes calorías adicionales al calor sin tener que hacer ningún esfuerzo adicional. Aquí la pala­bra clave es comidas más pequeñas. Según un estudio, comer meriendas de 350 calorías crea la misma pérdida de calorías en términos térmicos que una de 1.000 calorías. En otras palabras, si necesitas 3.000 calorías al día, debes consumir seis comidas de 500 calorías en lugar de tres de 1.000. Al hacerlo de esta manera, duplicas el número de aumentos de temperatura, incrementan­do de manera significativa la cantidad de calorías que puedes quemar.


2. Proteína

No sólo construye músculo, también podría ayudarte a mantenerte libre de grasa. Según un estudio en el American Journal ofClinical Nutrition, la proteína es por mucho el componente alimenti­cio más termogénico. "El efecto térmico del alimento se refiere al aumento de la temperatura del cuerpo que se produce después de consumir una comida", dice Betts. Hasta 25 por ciento de las calorías de la proteína se pierden en forma de calor a partir de su propio metabolismo, mientras que sólo de 10 a 15 por ciento de las calorías de los carbohidratos y 3 por ciento de las de grasa se pierden de esta manera.


3. Entrenamiento en invierno

Estudios de la composición del cuerpo de exploradores árticos y personal mili­tar que realizan ejercicios con intensidad en climas fríos muestran niveles inusual­mente altos de pérdida de grasa y preservación de músculo. Según un estudio en el Journal of Applied Psychology, este es el resultado de que las calorías se pierdan ante la exigencia del cuerpo de calentar­se. Nadar y esquiar pueden tener benefi­cios similares, ya que ambos implican un ejercicio intenso a temperaturas frías.


"El metabolismo se eleva en el frío en relación con un medio neutro", dice el Dr. Mafhew Hickey, profesor asistente del Departamento de Salud y Ciencia del Ejercicio en la Universidad Estatal de Colorado. Sin embargo, Hickey advierte que los guerreros de climas fríos necesi­tan prepararse para ese medio, ya que el frío puede obligarte a sesiones de ejerci­cios más cortas y de esa manera quemar menos calorías.


4. Especias

Esas comidas picantes quizás no estimu­len a la chica a despedirse de ti con un beso, pero sí afectan tu grasa almacena­da. Se ha visto que algunas especias, como la mostaza y el chili, estimulan la quema de calorías. Por ejemplo, investi­gadores de la División de Kinesiología de la Universidad Laval, en Quebec, Canadá, hallaron que la adición de pimiento rojo a una comida aumenta significativamente la quema de calorías relacionada con la digestión, particular­mente de las comidas altas en grasa.


5. Entrenamiento a intervalos

Un método de entrenamiento para aumentar las UPC es estimular la libera­ción de norepinefrina ejecutando inter­valos, sprints periódicos en la pista, la bicicleta o la estera. Las investigaciones muestran que el ejercicio intenso quema más calorías que las actividades lentas y prolongadas y mantienen elevado el metabolismo durante varias horas.


"La mayoría de los estudios I sugieren que el total de calo­rías gastadas a partir de la ele­vación residual en el ritmo metabólico es de 75 a 100 calorías en un período de 24 horas", dice Hickey. Sin embargo, otras investigaciones en atletas de pri­mera categoría sugieren que se pueden quemar hasta 180 calorías adicionales por un individuo altamente entrenado durante una sesión de ejercicios muy intensa.


Es verdad que no es mucho, pero si se hacen una vez a la semana, los sprints a menudo pueden añadir variedad al tedio de una sesión de car-dio. Y la pérdida extra de grasa que se logra —medio kilogramo adicional cada cinco meses— es ideal para los atletas experimentados capaces de hacer el esfuerzo.



Te dejamos tambien esta tabla de calorias de los alimentos que te va a ser de mucha utilidad para llevar la cuenta de las calorias ingeridas con tus comidas.

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